miércoles, 31 de octubre de 2007

Como dejar de ser Político y No convertirse en uno en el intento.


Muchas veces, me preguntar ¿Por qué estás en Política?, y mi respuesta siempre es la misma "Porque el sistema, se cambia desde adentro". Actualmente y no tengo empachos en decirlo, todos los partidos políticos y sin excepción alguna, estan contaminados con el vírus de la politiquería, el populismo, la falacia y la famosa tecnología política. A este último le reconozco algun nivel de pureza pero no deja de contaminar "el arte de gobernar". A mí manera de pensar (y no digo que sea la correcta) De un tiempo a esta parte se ha perdido algo elemental en la tarea política, algo que ha transformado a los politiqueros actuales en maquinitas de conseguir votos, que piensan en elecciones las 24 horas del día, 365 días al año. Se ha perdido "EL CORAZÓN".

La gente, no es tonta y percibe cuando una acción es hecha con el sólo fin de conseguir los votos, y no con el ánimo real de solucionar su problema. Es por ello, que hay un desencanto masivo con la clase política actual y lo lógico entonces es cambiar la forma de hacer las cosas. Poner todo el corazón en el trabajo, tocar a la gente con el alma al abrazarla y mirar a sus ojos buscando la esperanza en ellos, lo cual generará un vínculo mucho más efectivo entre el político y su eventual elector.

Es importante que se generen vínculos de confianza y que la gente sienta a su candidato o autoridad como un amigo, preocupado constantemente de sus problemas. Un amigo, que entrega herramientas para desempeñarse de mejor manera en la vida cotidiana.

Me gusta los días domingo, recorrer la ciudad en la tarde visitando a los dirigentes vecinales, escuchandolos, compartiendo con ellos, visitar sus casas y conocer sus realidades. No espero que ellos vengan a mi, me gusta que ellos me sientan cercano. Pero más alla de esto, no busco un voto para mi, no me interesa, busco que cada día sientan que hay alguien que los apoya desinteresadamente.

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